Estad atentos a no hacer vuestra justicia
delante de los hombres para que se os vean;
de otra manera no tendréis recompensa
de vuestro Padre que está en los cielos.
Cuando hagas, pues, limosna, no vayas
tocando la trompeta delante de ti, como
hacen los hipócritas en las sinagogas y en
las calles, para ser alabados de los
hombres: en verdad os digo que ya
recibieron su recompensa.
Cuando des limosna, no sepa tu izquierda lo
que hace la derecha, para que tu limosna
sea oculta, y el Padre que ve en lo oculto
te premiará.
Y cuando oréis no seáis como los hipócritas,
que gustan de orar de pie en las
sinagogas, y en los ángulos de las plazas,
para ser vistos de los hombres: en verdad
os digo, que ya recibirán su recompensa.
Tú, cuando ores, entra en tu cámara, y
cerrada la puerta, ora a tu Padre que
está en lo secreto; y tu Padre que esta en lo
escondido te responderá
Y orando, no seáis habladores como los
gentiles, que piensan ser escuchados por
su mucho hablar.
No os asemejéis, pues, a ellos: porque vuestro
Padre conoce las cosas de las que tenéis
necesidad, antes de que se las pidáis.
( Mateo VI. 1-4)