lunes, 30 de agosto de 2010

167....10.

Seamos hoy criaturas de la verdad y no neguemos nuestro santo patrimonio, nuestra vida no es como nos la imaginamos.
¿Quien podría cambiar la vida sólo porque cierro los ojos, o por estar dormido y no en sueños algo opuesto a lo que es? hoy no pediremos la muerte en ninguna de sus formas. Tampoco dejaremos que ni siquiera por un instante cosas imaginarias que aparentemente se oponen a la vida moren allí donde Dios Mismo estableció el pensamiento de la vida eterna.