domingo, 11 de enero de 2009

Arbol




Convirtámonos en ramas verdaderas y

fructíferas de la viña de Jesús, recibiendole
en nuestra vida como Él quiera mostrarse;
como la Verdad- para ser dicha;
como la Vida-para ser vivida;
como la Luz-para ser iluminada;
como el Amor-para ser Amado;
como el camino-para ser andado;
como la Alegría-para ser dada;
como la Paz-para ser extendida;
como el sacrificio-para ser ofrecido;
en nuestras familias y en nuestro barrio.