martes, 30 de diciembre de 2008

Las bienaventuranzas



Y viendo la muchedumbre, subió a un monte;

y sentándose, se acercaron a él sus dicípulos.
Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo;
Bienaventurados los pobres en espíritu;
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los que lloran; porque ellos
serán consolados.
Bienaventurados los mansos; porque ellos
heredarán la tierra.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed
de justicia : porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos
alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón;
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificos; porque ellos
serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen
persecución por causa de la justicia:
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados seréis cuando os vituperaren
y os persiguieren, y dijeren de vosotros
todo mal por mi causa, mintiendo.
Gozaos y alegraos; porque vuestra merced es
grande en los cielos: que así persiguieron
a los profetas que fueron antes que
vosotros.

(Mateo, VI-12)