domingo, 28 de septiembre de 2008

YO NO SOY DE ESTE MUNDO


Oísteis que fué dicho:
ojo por ojo, y diente por diente.
Pero yo os digo; No resistais al mal.

Estas cosas os he hablado
para que en mí tengais paz.
En el mundo tendreis aflicción;
Pero confiad, yo he vencido al mundo.



Sed, pues, vosotros perfectos,
como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.



Mi reino no es de este mundo, puesto que está en ti. Y tú eres de tu Padre. T u reino no es de este mundo porque te fue dado de más allá de él.

Al mundo no se le abandona mediante la muerte sino mediante la verdad, y la verdad sólo la prueden conocer aquellos para quienes el Reino fue creado, y por quienes espera.

Si aceptases el hecho de que yo estoy contigo estarías negando al mundo y aceptando a Dios. Mi Voluntad es la Suya, y tu decisión de escucharme es la decisión de escuchar Su Voz y de hacer Su Voluntad.
El mundo no puede añadirle nada al poder y a la gloria de Dios y de sus Santos Hijos, pero pueden cegar a los Hijos de ver al Padre si ellos ponen su atención allí.
Tú no puedes ver al mundo y conocer a Dios. Solo uno de ellos es verdad. He venido a decirte que no es a ti a quien corresponde decir cual de ellos lo es. Si lo fuese, ya te habrias destruido a tí mismo. Mas Dios no dispuso la destrucción de sus creaciones, pues la creó para toda la eternidad. Su Voluntad te ha salvado, no de ti mismo, sino de la ilusión de ti mismo. Dios te ha salvado para ti mismo.

Lo que Dios no creó no existe. Y todo lo que existe, existe como El lo creó.
El mundo que ves, no tiene nada que ver con la realidad. Es tu propia obra y no existe.
Aquí , en el presente, es donde el mundo queda liberado. Pues al dejar que el pasado quede cancelado y al liberar el futuro de tus viejos temores, encuentras escape y se lo ofreces al mundo.

Has esclavizado al mundo con todos tus temores, dudas y miserias, con todo tu dolor y todas tus lágrimas; y todas tus penas lo oprimen y lo mantienen prisioneros de tus creencias. La muerte lo azota por todas partes pues conservas en tu mente amargos pensamientos de muerte.

Liberar al mundo de toda clase de dolor no es otra cosa que cambiar de mentalidad acerca de ti mismo. El mundo no existe aparte de tus ideas porque las ideas no abandonan su fuente, y tú mantienes el mundo intacto en tu mente con tus pensamientos.

La salvación, perfecta e íntegra, sólo pide que desees, por poco que sea, que la verdad sea verdad, una pequeña dosis de buena voluntad a pasar por alto lo que no está allí; y que abrigues un leve anhelo por el Cielo como lo que prefieres a este mundo, donde la muerte y la desolación parecen reinar.
Y la creación se alzará dentro de tí en jubilosa respuesta, para reemplazar al mundo que ves por el Cielo completamente perfecto e íntegro.
¿Qué es el perdón, sino querer que la verdad sea verdad ?
No obstante, no se te pide que desvanezcas tus alucinaciones por tu cuenta. Se te pide simplemente que las evalúes de acuerdo con el resultado que te aportan. Si dejas de desearlas porque te ocasionan la perdida de paz, serán eliminadas de tu mente.

Si estas dispuesto a renunciar al papel de guardian de tu sistema de pensamiento y ofrecermelo a mí, yo lo corregiré con gran delicadeza y te conduciré de regreso a Dios.

Allí donde todos los conceptos del yo han sido abandonados, la verdad se revela tal como es. Cuando todo concepto haya sido cuestionado y puesto a tela de juicio, y se haya reconocido que esta basado en suposiciones que se desvanecerían ante la luz, la verdad quedará entonces libre para entrar en su santuario, limpio y despejado ahora de toda culpa.

No hay declaración que el mundo tema oír más que ésta.

" Yo no sé la cosa que soy, por lo tanto, no sé lo que estoy haciendo, dónde me encuentro, ni cómo considerar al mundo ó a mí mismo ".

Sin embargo, con esta lección nace la salvación. Y lo que eres te hablará de Sí mismo.


Regresa a tu hogar. Jamás encontraste felicidad en lugares extraños, ni en formas que te son ajenas y que no tienen nigún significado para ti, si bien trataste de que lo tuvieran.
Tu noperteneces a este mundo. Aquí eres un extraño.

Dios nos espera a todos con los brazos abiertos, y nos dará la bienvenida tal como yo te la estoy dando a ti. No dejes que nada en el mundo haga que te olvides del Reino de Dios.

" Padre, la verdad me pertenece. Mi hogar se estableció en el Cielo mediante tú voluntad y la mía
¿Podrían contentarme los sueños? ¿ Podrían brindarme felicidad las ilusiones?
¿ Qué otra cosa sino Tu recuerdo podría satisfacer a tu Hijo? No me contentaré con menos de lo que Tú me has dado. T u Amor, por siempre dulce y sereno, me rodea y me mantiene a salvo eternamente. El hijo de Dios no puede sino ser como Tú lo creaste."